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Milei pone su mira al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), la herramienta que ayuda a las Abuelas de Plaza de Mayo a identificar a los nietos y las nietas que la dictadura les robó

Con la transformación decretada por Javier Milei, el Banco verá reducida su estructura administrativa y hay temor de que se termine paralizando la búsqueda de los bebés apropiados durante el terrorismo de Estado.

Un día después de bajar de categoría a la Secretaría de Derechos Humanos, el Gobierno puso en su mira al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), la herramienta científica que creó el Estado argentino para ayudar a las Abuelas de Plaza de Mayo a identificar a los nietos y las nietas que la dictadura les robó. Con la transformación decretada por Javier Milei, el Banco verá reducida su estructura administrativa y hay temor de que se termine ralentizando o paralizando la búsqueda de los bebés apropiados durante el terrorismo de Estado

Felices Fiestas

“Llamamos a la sociedad y al mundo a que mire lo que está sucediendo en nuestro país y actúe en consecuencia”, pidieron las Abuelas de Plaza de Mayo. “Debemos defender los valores democráticos y los derechos humanos, que tanto nos costó conseguir. Estas instituciones son nuestro patrimonio y el legado para las futuras generaciones, defenderlas es nuestro compromiso con la humanidad. Hay que frenar el avasallamiento de derechos y la destrucción del Estado, antes de que sea tarde y ya no quede nada”, reclamaron desde el organismo.

A propuesta de las Abuelas, Raúl Alfonsín creó el BNDG en 1987. Durante dos décadas, funcionó en el Hospital Durand. En 2009, se reformó la ley y se convirtió en un organismo autónomo y autárquico dentro de la órbita del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que ya no existe. Cuando se empezó a discutir la Ley Bases, hubo un acuerdo para que el Banco quedara a resguardo de la motosierra de Milei. De esa forma se previno su disolución o intervención. Sin embargo, el Gobierno decidió transformarlo, a través del decreto 351, con el argumento de que se ahorraría recursos. Hasta el momento, el BNDG venía funcionando como un órgano descentralizado de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, que depende de la Jefatura de Gabinete. De ahora en más, será un órgano desconcentrado de la misma Secretaría. 

“Nos preocupa enormemente el destino del BNDG a partir del decreto”, explicaron desde Abuelas. “Quién y cómo administrará los recursos; quiénes tomarán las decisiones; quién custodiará las muestras de ADN de las familias que buscamos y de todas las personas que han dotado de muestras la institución para conocer la verdad sobre su origen”, se preguntaron.

La justificación oficial

Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, buscó justificar la medida en redes sociales. Según Sturzenegger, un órgano descentralizado “duplica todo el ‘back office’: contabilidad, liquidación de sueldos, compras, una burocracia infernal que podría usar de las áreas centrales”. Su transformación “redunda en importantes ahorros sin afectar en lo más mínimo el cumplimiento de las tareas del organismo”.

En la práctica, el decreto que firmaron Milei y Guillermo Francos modificará la estructura del Banco: ya no existirá un subdirector administrativo, que era la persona que se ocupaba de la compra de reactivos para poder realizar los testeos para determinar si una persona es hija de desaparecidos o de conseguir todo lo necesario para que la institución se mantenga en funcionamiento. 

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En el decreto, se argumenta que los cambios se hacen “con el propósito que responda a parámetros de eficiencia en el marco del reordenamiento administrativo a cargo del Poder Ejecutivo Nacional”. 

El objetivo de frenar la búsqueda

Sin embargo, el Gobierno no escondió jamás su intención de rivalizar con los organismos de derechos humanos y, en particular, con Abuelas de Plaza de Mayo. Una de las primeras medidas del Ministerio de Defensa fue negarle documentación a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), el organismo que creó el Poder Ejecutivo para buscar a los niños apropiados durante la dictadura. Al tiempo, Patricia Bullrich replicó la maniobra. La ministra de Seguridad sostuvo que se trataba de un “organismo militante”. 

En agosto del año pasado, Milei eliminó por decreto la Unidad Especial de Investigación (UEI) que funcionaba dentro de la CoNaDI. En ese momento, adujo que la UEI hacía tareas que eran propias del sistema judicial. La situación empeoró el jueves, cuando el Gobierno decidió bajar de categoría a la Secretaría de Derechos Humanos, que ahora operará como subsecretaría. También desjerarquizó al museo de la ESMA, que es patrimonio de la humanidad, y al Archivo Nacional de la Memoria. Los dos pasarán a ser unidades operativas del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH).

“También nos preocupa la degradación de la Secretaría de Derechos Humanos al rango de subsecretaría y sus implicancias en lo que respecta a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), cuyo personal ya ha sido reducido al 67 por ciento, lo cual afecta la búsqueda de los casi 300 nietos y nietas que faltan. ¿Quién garantizará el derecho a la identidad con esa Comisión reducida a su mínima expresión?”, destacaron las Abuelas. 

Desde el organismo también alertaron sobre lo que podrá suceder con el museo de la ESMA y los acervos que preserva el Archivo Nacional de la Memoria. “Todas estas medidas perjudican de manera directa la búsqueda de los nietos y nietas y el proceso de Memoria, Verdad y Justicia. También ponen en riesgo el cumplimiento de las obligaciones internacionales asumidas por el Estado argentino: el deber de investigación, juzgamiento, sanción y reparación adecuadas y adopción de medidas de no repetición de los crímenes de lesa humanidad que se perpetraron”.

Más allá del negacionismo

El senador Eduardo “Wado” de Pedro denunció que el decreto del gobierno pone en riesgo real la búsqueda de las Abuelas. “Esto ya no es solo negacionismo. Es complicidad con quienes robaron bebés y aún hoy les niegan su verdadera identidad”, escribió. 

La legisladora porteña Victoria Montenegro inscribió también la pérdida de autonomía del Banco Nacional de Datos Genéticos en una serie de hechos recientes que están enfocados a obstruir el proceso de Memoria, Verdad y Justicia. “Ellos van por la impunidad, nosotros no se los vamos a permitir”, escribió Montenegro, que recuperó su identidad gracias a la búsqueda de las Abuelas. 

Montenegro también les apuntó a las autoridades de la cartera de Justicia. Recordó que el jueves se conmemoraron los diez años de la creación del museo de la ESMA. “Pero ni Alberto Baños ni Mariano Cúneo Libarona se animaron a poner la cara para justificar la política de destrucción que vienen implementando”.

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