CIUDAD

La FAM respalda a Tierra del Fuego y repudia el desmantelamiento industrial impulsado por el Gobierno nacional

Con un posicionamiento claro y firme, la FAM de la que forma parte la ciudad de Río Grande repudió la intención del Ejecutivo de eliminar el régimen de promoción industrial fueguino y alertó sobre las consecuencias sociales, productivas y geopolíticas que dicha medida acarrearía para la Argentina.

La Federación Argentina de Municipios (FAM), que reúne a más de 500 jefes y jefas comunales de todo el país, manifestó su total respaldo al pueblo de Tierra del Fuego frente al intento del Gobierno nacional de desarticular su matriz productiva. En un documento público, la entidad advirtió sobre los graves riesgos sociales, económicos y geopolíticos que implican las políticas de ajuste del presidente Javier Milei y reclamó un urgente cambio de rumbo.

Felices Fiestas

La FAM, de la que forma parte el municipio de Río Grande, rechazó categóricamente la intención del Ejecutivo de eliminar el régimen de promoción industrial fueguino, eje estratégico para el desarrollo del sur argentino y símbolo de soberanía nacional.

Además, cuestionó duramente las declaraciones del asesor presidencial Federico Sturzenegger, quien propuso reemplazar fábricas por un “parque de diversiones”, afirmación que fue calificada como una provocación inadmisible y una ofensa al pueblo fueguino.

Tierra del Fuego no es un galpón ni un parque temático. Es una trinchera de soberanía, producción y trabajo argentino. Allí empieza la Patria”, señalaron desde la Federación.

El documento denuncia también la liberalización irrestricta de importaciones, que pone en riesgo más de 8.000 empleos directos en una provincia históricamente castigada por la distancia geográfica y los altos costos logísticos, pero que ha sabido construir una base industrial con impacto nacional.

Un país en crisis: siete emergencias y tres demandas clave

En su declaración, la FAM expuso un panorama alarmante de las consecuencias del modelo económico impulsado por el presidente Milei desde su asunción. El texto enumera siete crisis simultáneas que afectan a millones de argentinos y ponen en jaque la gobernabilidad territorial:

RIO GRANDE
  • Emergencia alimentaria: El Gobierno interrumpió la asistencia a comedores comunitarios, mientras la demanda creció más de un 50%.
  • Colapso sanitario: Aumentos desmedidos en medicamentos y prepagas, jubilados sin cobertura y hospitales sin recursos.
  • Tarifas impagables: Servicios básicos con boletas que superan ampliamente los ingresos de la población.
  • Asfixia financiera a provincias y municipios: Retención arbitraria de fondos coparticipables y recortes en transferencias automáticas.
  • Cierre masivo de empresas: Más de 200.000 pymes y comercios bajaron sus persianas desde diciembre de 2023.
  • Obra pública paralizada: Miles de trabajadores despedidos y proyectos fundamentales abandonados.
  • Desfinanciamiento educativo: Recortes que afectan la infraestructura escolar, los salarios docentes y programas clave como Conectar Igualdad.

Frente a este escenario, la FAM exigió al Gobierno nacional tres medidas urgentes:

  1. Restituir de inmediato los fondos recortados a las provincias y municipios.
  2. Reabrir canales de diálogo institucional y federal, hoy clausurados.
  3. Cumplir con la Constitución y el pacto federal que garantiza la equidad territorial y sostiene el sistema democrático.

Tierra del Fuego: una frontera estratégica, no una zona de sacrificio

La Federación dedicó un capítulo especial a la defensa de Tierra del Fuego como territorio estratégico para la soberanía nacional, recordando su rol clave en la proyección hacia el Atlántico Sur, la Antártida y las Islas Malvinas.

Transformar Tierra del Fuego en una postal turística sin industria ni Estado es una claudicación geopolítica. La soberanía no se entrega: se construye con presencia, con empleo nacional y con decisión política”, remarcó la FAM.

Con esta posición, la Federación no solo defiende a una provincia, sino que plantea una visión de país que valora el trabajo argentino, la producción nacional y el federalismo real, en contraposición con un modelo que privilegia el ajuste, la apertura económica sin control y el vaciamiento del Estado.

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