El Humo de Tercera Mano: Una amenaza silenciosa que permanece.
En el marco del Día Mundial sin Tabaco, la Federación Argentina de Cardiología y la Unión Antitabáquica Argentina alertan sobre esta forma silenciosa de contaminación y llaman a tomar conciencia. El Humo del cigarrillo representa una grave amenaza para la salud. Permanece en superficies, ropa y ambientes mucho después de que el cigarrillo se apagó, liberando toxinas que afectan a niños, embarazadas, adultos y hasta mascotas.
El 31 de mayo es el día mundial sin tabaco, la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Unión Antitabáquica Argentina (UATA) unen esfuerzos para visibilizar una forma poco conocida pero peligrosa de contaminación: el Humo de Tercera Mano (HTM). A diferencia del humo visible que se disipa en minutos, el HTM persiste en el ambiente mucho después de que el cigarrillo se ha apagado, impregnando paredes, muebles, ropa, vehículos y otras superficies con residuos tóxicos invisibles, pero letales.
¿Qué es el Humo de Tercera Mano?
El HTM se forma a partir de micropartículas del humo de tabaco que se depositan y permanecen en superficies por días, meses o incluso años. Estas partículas, al entrar en contacto con el aire o la luz, se reactivan y liberan sustancias altamente tóxicas y cancerígenas. “Muchas personas creen que ventilar o apagar el cigarrillo es suficiente, pero lo cierto es que las partículas del HTM permanecen activas mucho tiempo después”, advierte la Lic. Ana Zanutto, experta en Tabaquismo y presidenta de la UATA.
Entre los componentes del HTM se encuentran nicotina, metales pesados como el plomo y el arsénico, y nitrosaminas, uno de los grupos de compuestos más cancerígenos conocidos. Esta forma de contaminación no solo afecta a quienes fuman, sino también a todas las personas que habitan o transitan por espacios contaminados.
Un enemigo invisible que no respeta edades ni especies
Las consecuencias del HTM son especialmente graves en grupos vulnerables como niños, embarazadas, adultos mayores y mascotas. En mujeres embarazadas, la exposición puede afectar el desarrollo fetal, aumentando el riesgo de bajo peso al nacer, parto prematuro y alteraciones en el desarrollo neurológico del bebé. Además, estudios recientes vinculan la exposición al HTM con un mayor riesgo de depresión posparto.

En los niños, el peligro es aún más alarmante. Su forma de interactuar con el entorno —jugando en el suelo, tocando superficies, llevándose objetos a la boca— los convierte en blancos directos de la exposición. Las consecuencias pueden incluir alteraciones cognitivas, daño neurológico e inmunológico.
Ni siquiera las mascotas están a salvo. Los animales que viven en hogares donde se fuma o se fumó presentan mayor riesgo de tumores nasales y enfermedades respiratorias, demostrando que el HTM afecta a todos los seres vivos del entorno.
Riesgos que no se ven, pero se sienten
La ciencia ha confirmado que la exposición prolongada al HTM se asocia con infartos, accidentes cerebrovasculares (ACV), diversos tipos de cáncer y enfermedades respiratorias o digestivas, incluso en personas que nunca han fumado. “Estamos ante una forma de tabaquismo pasivo encubierta, con efectos muy reales sobre el corazón y la salud general”, señala el Dr. Luis Cicco (M.N. 81369), cardiólogo y miembro de la FAC.
Un estudio realizado en España y el Reino Unido reveló que el aire en los autos donde se fuma puede contener hasta seis veces más nicotina que en vehículos de no fumadores, alcanzando niveles equivalentes al de un bar cerrado lleno de humo. Esta información cobra especial relevancia considerando que muchas personas, incluidos niños, pasan largas horas en vehículos contaminados.
Propuestas para una acción concreta
Desde la FAC y la UATA se propone avanzar en tres ejes fundamentales para combatir el HTM:
- Promover espacios 100% libres de humo, tanto en hogares como en vehículos y lugares públicos.
- Implementar campañas de limpieza, remediación o reemplazo de elementos contaminados en ambientes donde se haya fumado.
- Incorporar advertencias visibles en medios de transporte y otros espacios, para alertar y educar a la población sobre los peligros del HTM.
“No alcanza con apagar el cigarrillo. Es necesario apagar también sus consecuencias, muchas de las cuales permanecen en silencio, esperando hacer daño”, concluye el Dr. Cicco.
Fuente: Federación Argentina de Cardiología (FAC)