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A 31 años del atentado a la AMIA, el Congreso de EE.UU. rindió homenaje a las víctimas en una emotiva ceremonia

Organizado por la Oficina del Presidente del Comité de Asuntos Exteriores, la Embajada argentina en Washington y AMIA, el homenaje reunió a congresistas, diplomáticos, sobrevivientes y líderes comunitarios. Se encendieron velas en memoria de las 85 víctimas del atentado de 1994 y se renovó el pedido de justicia frente a décadas de impunidad.

WASHINGTON, D.C. En una emotiva ceremonia realizada en el edificio Rayburn de la Cámara de Representantes, el Congreso de los Estados Unidos rindió homenaje este martes a las 85 víctimas del atentado terrorista contra la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires.

Felices Fiestas

El acto fue organizado de forma conjunta por la Oficina del Presidente del Comité de Asuntos Exteriores, la Embajada Argentina en Washington y la AMIA, y contó con la participación de legisladores, funcionarios del gobierno norteamericano, diplomáticos, sobrevivientes del atentado y representantes de la comunidad judía.

Durante la ceremonia, se pronunciaron discursos institucionales a cargo del presidente del Comité de Asuntos Exteriores, congresista Brian Mast; el embajador argentino Alejandro Oxenford, quien leyó un mensaje enviado por el presidente Javier Milei; y el asesor legal del Departamento de Estado, Reed Rubinstein.

En representación de la AMIA, hablaron el presidente de la institución, Osvaldo Armoza, y su director ejecutivo, Daniel Pomerantz, quien es además sobreviviente del atentado.

Velas, silencio y memoria

Uno de los momentos más sentidos de la jornada fue cuando se encendieron 85 velas en memoria de las víctimas. El acto simbólico fue encabezado por congresistas estadounidenses, funcionarios, representantes de organizaciones judías y miembros de la sociedad civil. Entre ellos, se destacaron los legisladores Mario Díaz-Balart, Debbie Wasserman Schultz y Brad Schneider, así como la enviada especial para Asuntos del Holocausto, Ellen Germain, y el rabino Yehuda Kaploun, quien lideró una oración y convocó a un minuto de silencio mientras se sostenían fotografías de las víctimas.

El funcionario de la Embajada Argentina, Agustín Cárdenes, ofició de maestro de ceremonias y dio paso a los oradores.

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Un reclamo vigente: Justicia

Al tomar la palabra, el embajador Oxenford afirmó; “Aunque han pasado 31 años desde este cobarde atentado, estamos aquí para reafirmar un grito fuerte y claro: Justicia. No para borrar un dolor que no puede desaparecer, sino para demostrar que nuestras instituciones democráticas deben prevalecer”.

Luego, leyó el mensaje enviado por el presidente Javier Milei, quien destacó; “Más allá del dolor causado por este brutal atentado, hay una herida adicional: las más de tres décadas de impunidad que le siguieron. Lo mínimo que nuestra democracia debe garantizar es justicia”.

Por su parte, Reed Rubinstein, del Departamento de Estado, vinculó el acto con el contexto actual; “Esta ceremonia se da en un momento de resurgimiento global del antisemitismo. El silencio y la discreción ya no son opciones”.

La voz de los sobrevivientes

El presidente de AMIA, Osvaldo Armoza, sostuvo; “Durante estos 31 años hemos llevado a todos los foros internacionales nuestro enérgico pedido: que los países democráticos maximicen sus esfuerzos contra el terrorismo y sus financistas. Debe profundizarse la cooperación internacional”.

Finalmente, Daniel Pomerantz, sobreviviente del atentado y director ejecutivo de AMIA, compartió su testimonio; “A través de mis palabras, espero que pueda escucharse la voz de las víctimas: de quienes perdieron a un ser querido, de quienes quedaron heridos y de quienes atravesaron experiencias similares en otras partes del mundo”.

Con este acto en el Congreso estadounidense, se renovó el compromiso internacional de mantener viva la memoria del atentado más grave en la historia argentina y de seguir exigiendo verdad y justicia.

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