Río Grande celebró el Día de la Pachamama con una jornada de unión, tradición y respeto por la tierra.
Vecinos y vecinas participaron de una emotiva ceremonia en honor a la Madre Tierra, organizada junto a colectividades del norte argentino. La actividad destacó el valor de las tradiciones, la identidad cultural y la comunidad.
Con un profundo sentimiento de gratitud, respeto y pertenencia, vecinos y vecinas de Río Grande participaron este jueves de una emotiva jornada en honor a la Pachamama, una de las celebraciones más significativas para los pueblos originarios y las comunidades del norte argentino.
La ceremonia se convirtió en un verdadero espacio de encuentro, diálogo y convivencia, donde familias de distintos barrios se acercaron para compartir tradiciones, ofrendas y mensajes de agradecimiento a la tierra.
Desde el Municipio de Río Grande, la directora general de Atención Comunitaria, Verónica Portillo, resaltó el espíritu de la jornada; “Honramos a la Madre Tierra, pero también celebramos el trabajo conjunto, el diálogo, la unidad y la diversidad que nos fortalece como comunidad”.
Identidad, raíces y comunidad
Esta celebración reafirma el compromiso municipal de acompañar y visibilizar las costumbres de las distintas colectividades que enriquecen el entramado cultural riograndense, generando espacios de participación activa y respeto por la diversidad.
Uno de los referentes de la jornada fue Néstor Cazón, colaborador de la Asociación de Residentes Jujeños, quien expresó; “La Pachamama para nosotros es una representación de vida. Vivimos distintas etapas del año relacionadas con la tierra: la siembra, el cultivo, y hacia fin de año, el tiempo de cosecha, muy vinculado con el carnaval y el Cápac Inti Raymi”.
También destacó el valor social de la ceremonia; “El 1° de agosto marca el inicio del año agrario, con una fuerte carga simbólica sobre el esfuerzo compartido, la convivencia y la comunidad. Agradecemos a todos los vecinos que se sumaron con respeto y entusiasmo”.
Herencia ancestral y valores comunitarios
Cazón remarcó que en estas celebraciones también se transmiten valores que los pueblos originarios han sostenido a lo largo de generaciones, como el cooperativismo, la solidaridad y el trabajo comunitario.
“Siempre ponemos en práctica tres valores fundamentales: la minga, la mita y el haini. Son formas ancestrales de colaboración, trabajo colectivo y ayuda mutua, que siguen vigentes y nos permiten crecer como comunidad”, concluyó.
La jornada por el Día de la Pachamama dejó una huella de emociones, identidad y conexión con la tierra, reforzando la importancia de mantener vivas las tradiciones y construir, entre todos, una ciudad más diversa, inclusiva y unida.