PAÍS

Desconfianza, inflación y changas colectivas: la realidad que no refleja el INDEC

Un nuevo informe revela que casi 7 de cada 10 argentinos no creen en los datos oficiales de inflación. La pérdida de poder adquisitivo empuja a las familias a organizarse para comprar en mayorista y sobrevivir a los aumentos. Mientras tanto, crece la percepción de que las políticas del Gobierno benefician a unos pocos.

Un informe de la Consultora Zentrix advirtió que casi 7 de cada 10 argentinos creen que los datos de la inflación que da a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) no están alineados con lo que ocurre en los bolsillos, ya que la mayoría marcó que el costo de vida permanece al alza.

Felices Fiestas

La encuesta, integrada por 1.029 casos a nivel nacional, expuso que el 67,4% de los argentinos considera que los últimos índices de IPC que dio a conocer el Indec no van en línea con el incremento real de su costo de vida, por los aumentos en los alimentos, transporte y servicios,. El dato representa un incremento de 10,7 puntos en comparación con julio en la baja confianza de los informes oficiales.

En tanto, el 40,5% de los encuestados reconoció que su economía personal es “mala o muy mala”, lo que significa una baja de 2,1 puntos porcentuales con respecto al mes pasado. Además, el 64% respondió que la situación nacional es “mala o muy mala”, una suba de 11,2 puntos porcentuales sobre julio.

Por otro lado, el 67,8% marcó que “la clase alta” es el sector social más beneficiado por las políticas del Gobierno, mientras que el 14,7% contestó “todos por igual”, el 7,3% “la clase baja, el 4,6% “ninguno” y el 3% “la clase media”.

Inflación y consumo: creció la tendencia de compras mayoristas para dividir y llegar a fin de mes

Luego de haberse conocido el dato de que la carne vacuna aumentó un 31,2% y la de pollo un 25% en lo que va de 2025, crece la tendencia de juntarse entre familiares, amigos y conocidos para comprar al por mayor y obtener mejores precios mientras el poder adquisitivo se reduce.

Viviana, dueña de una granja en el barrio porteño de La Paternal, relató en diálogo con C5N que “se organizan hijos, padres, abuelos, hasta vecinos; tenemos vecinos de un mismo edificio que se juntan tres o cuatro a comprar”. “Nosotros nos tuvimos que aggiornar también, porque la venta minorista al ser el producto fresco nacional es caro”, planteó.

RIO GRANDE

La mujer explicó que el kilo de suprema de pollo está hasta $10 mil el kilo en supermercados, mientras que ella la vende al por mayor a $6.500. “Mucha gente se ha volcado a llevar la caja de pechuga o los combos que tenemos, que es al precio mayorista. Hoy por hoy este nosotros notamos que el consumidor final ya no viene a comprar un kilito, dos kilitos porque no le conviene. Se junta con dos o tres personas y llevan combos que llevan cantidad”, subrayó.

La gente se vuelca mucho al pollo porque la carne está muy cara, aparte la carne quizá tampoco rinde como el pollo. Y el cerdo, bueno, es una opción increíble. Nosotros tenemos el kilo de bondiola, comprando los combos, a $6400, es increíble. En el super está a unos $9 mil. El tema de comprar por mayor es un 30% menos del valor del consumidor final“, expresó.

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