Cruces al rojo vivo: Caputo acusó al Congreso de “querer voltear al presidente” y Mario Daniele lo tildó de “golpista”
En un clima político cada vez más tenso de cara a las elecciones del 26 de octubre, el ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a generar polémica con sus declaraciones al acusar al Congreso Nacional de intentar “voltear al presidente” Javier Milei.
Por estos días, en los pasillos del Congreso y en las redes sociales, la política argentina parece haber ingresado en una fase de confrontación sin filtros, donde cada palabra se convierte en munición electoral y cada gesto en señal de guerra.
Esta vez, el protagonista fue el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien, ante el rechazo del veto a leyes enviadas por el gobierno en diputados y la inminencia de un nuevo revés legislativo en el Senado al veto presidencial sobre la ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), lanzó una acusación que sacudió el tablero; “El Congreso quiere voltear al presidente”.

No fue una frase menor. No solo por su gravedad institucional, sino por el momento en que se da, una economía en terapia intensiva, un oficialismo cada vez más aislado en el Congreso, y una ciudadanía expectante (y exhausta) frente a una realidad que no mejora.
La respuesta a los dichos del Ministro de economía llegó, con una réplica cargada de historia y bronca. El senador mandato cumplido Mario Daniele, y también ex- intendente de Ushuaia, recogió el guante y desde su cuenta en X devolvió el golpe con una de las declaraciones más contundentes que ha recibido el ministro en los últimos meses; “El verdadero golpista sos vos. Desautorizás a tu propio gobierno y volvés a poner en jaque la economía con las mismas malas praxis de siempre. Repetís las recetas fracasadas de Martínez de Hoz, De la Rúa y Macri, que ya llevaron al país al abismo. Hacete cargo de tu incompetencia”.
Dos relatos en pugna: Poder, relato y campaña
Caputo no es solo el ministro de Economía. Es, en muchos sentidos, la cara económica del proyecto libertario. Su figura concentra una parte importante de las expectativas y frustraciones de los votantes. Por eso, cuando habla, no solo expone cifras; construye relato. Un relato donde el enemigo no es la crisis, sino “la casta”, el Congreso, el sistema.
Daniele, con un largo recorrido político y memoria de otras crisis, respondió desde otro lugar: el de quienes ven en este discurso oficial una peligrosa banalización del conflicto institucional, un intento de responsabilizar a los demás por los propios errores. Su respuesta no fue solo un descargo personal: fue una acusación directa de incompetencia histórica, con nombres y fechas que pesan.
Octubre como horizonte, el veto como campo de batalla
Mientras tanto, el Senado se prepara para lo que podría ser otro golpe legislativo al oficialismo: la reversión del veto a la ley de ATN, una herramienta fundamental para el auxilio económico a provincias y municipios. El rechazo al veto se perfila como una decisión transversal, con apoyo de sectores de la oposición dialoguista, gobernadores y bloques federales.
En ese escenario, Caputo optó por redoblar la apuesta: denunció públicamente una “intención golpista” y llamó a defender al gobierno con “la herramienta más poderosa”, el voto.
Lo que queda claro es que, a poco más de un mes de las elecciones legislativas del 26 de octubre, la campaña ya no transcurre en actos ni spots, sino en una guerra discursiva permanente, donde las instituciones, la economía y el lenguaje político están al límite.
Y mientras el oficialismo agita fantasmas y la oposición responde con munición pesada, la pregunta sigue sin respuesta; ¿quién se hará cargo del presente?
Redacción: Correo Diario