Una fiesta para el alma: más de 800 adultos mayores celebraron su día en Ushuaia
Con música, baile, sorteos y la elección del rey y la reina, el microestadio Cochocho Vargas se llenó de alegría en una jornada organizada por la Municipalidad en el Mes de los Jubilados. “Volvieron a ser protagonistas”, destacó la secretaria Yanira Martínez.
El microestadio Cochocho Vargas se transformó este fin de semana en una verdadera pista de baile, alegría y reencuentros. Más de 800 adultos mayores de Ushuaia celebraron el Día del Jubilado y la Jubilada en una jornada festiva organizada por la Municipalidad de Ushuaia, que tuvo como ejes la música, la danza, la emoción y la comunidad.
Centros de jubilados de toda la ciudad dijeron presente en un evento que ya se consolida como un clásico dentro del Mes de los Jubilados y las Jubiladas. La elección del rey y la reina fue el momento más esperado de una tarde que incluyó espectáculos en vivo, danzas folclóricas, tango, sorteos y una fuerte participación vecinal.

La secretaria de Políticas Sociales, Sanitarias y Derechos Humanos, Yanira Martínez, expresó su satisfacción por la convocatoria; “Fue una verdadera fiesta de la comunidad, en la que nuestros adultos mayores volvieron a ser protagonistas. Ver el Cochocho colmado de alegría y participación es una muestra de la vitalidad y la fuerza de esta etapa de la vida”.

Martínez también destacó el valor de estos espacios para la integración social; “Para nuestra gestión es fundamental seguir acompañando a los Centros de Jubilados, generar estos espacios de encuentro y reconocer el lugar que ocupan los adultos mayores en la construcción de nuestra ciudad”.
El intendente Walter Vuoto participó activamente del festejo, compartiendo la tarde con vecinos, vecinas y representantes de distintos niveles del gobierno local y provincial. “Este es el Ushuaia que queremos: donde la alegría y el respeto por nuestros mayores van de la mano”, expresó durante el evento.
Con abrazos, aplausos y mucha emoción, la jornada cerró con la coronación de los nuevos soberanos, símbolo de un colectivo que, lejos de quedarse quieto, sigue dejando huella en cada rincón de la ciudad.