Diputados convirtió en ley la reforma de los DNU
Con 140 votos afirmativos, la Cámara Baja sancionó la ley que restringe el uso de Decretos de Necesidad y Urgencia, un instrumento central en la estrategia de gobierno de Javier Milei. El artículo que imponía un plazo de 90 días fue rechazado y deberá volver al Senado.
En una sesión atravesada por la tensión política y la disputa por los límites del poder ejecutivo, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles la ley que reforma la regulación de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), herramienta que el presidente Javier Milei ha utilizado como eje central de su gestión.
El proyecto que ya contaba con media sanción del Senado fue convertido en ley con 140 votos a favor, 80 en contra y 17 abstenciones. No obstante, en la votación en particular, se rechazó el artículo 3, que establecía un límite de 90 días corridos para que el Congreso se pronuncie sobre cada decreto. Esto obliga a que la iniciativa regrese al Senado, que deberá decidir si acepta la modificación o insiste con el texto original.
Cambio de reglas en el juego legislativo
La reforma introduce cambios estructurales en el régimen de decretos, limitando la posibilidad de que el Ejecutivo legisle por fuera del Congreso. Uno de los aspectos más destacados es que, a partir de ahora, bastará con el rechazo de una sola de las cámaras del Congreso para derogar un DNU, eliminando la exigencia previa de una mayoría en ambas.
Además, la ley prohíbe que un mismo decreto trate más de una materia, un punto claramente dirigido contra el mega DNU 70/2023, una norma que fue ampliamente cuestionada por la oposición, gremios y sectores judiciales por su amplitud y falta de debate parlamentario.
En otro de sus puntos clave, se establece que si un DNU es derogado, el Ejecutivo no podrá emitir otro decreto sobre la misma materia hasta el siguiente año parlamentario, una cláusula que refuerza el control del Congreso sobre los actos unilaterales del Ejecutivo.
¿Veto presidencial en puerta?
La sanción de esta ley representa un duro revés para el oficialismo, que se ampara en los DNU para sortear su debilidad parlamentaria. No se descarta que el presidente Milei vete la norma, como ya ha hecho con otras leyes aprobadas por el Congreso. En ese caso, la oposición necesitaría una mayoría calificada para insistir con la ley, lo que abre un nuevo capítulo de puja institucional.
La discusión sobre los DNU se ha convertido en un campo de batalla entre el Ejecutivo libertario y un Congreso que, por momentos, ensaya una recomposición de su poder legislativo frente al avance presidencial.
Con esta nueva ley, el Parlamento busca recuperar facultades históricas y restablecer el equilibrio de poderes, en medio de un contexto político donde la tensión entre gobernabilidad y legalidad parece marcar el pulso de la agenda nacional.