PAÍS

Denuncian que el gobierno decidió cerrar el único Hospital Nacional de Salud Mental en el AMBA

Esta medida afectaría a más de 600 trabajadores que, en lo que va del año, le brindó atención a unas 25 mil personas aun en medio del brutal ajuste que padece el sector.

Los trabajadores del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte denunciaron que el gobierno nacional decidió cerrar este centro especializado en salud mental, el único en su tipo en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Esta medida afectaría a más de 600 trabajadores que, en lo que va del año, la brindó atención a unas 25 mil personas aun en medio del brutal ajuste que padece el sector.

“Esto pasó de un día para otro. No sabíamos nada hasta hoy y seguimos sin saber qué pasa aunque nos han dicho que el Gobierno ya estaría firmando el decreto para que el hospital se cierre, que se efectivizaría el lunes o martes de la semana próxima”, señaló Leonardo Fernández Camacho, delegado general de ATE, en diálogo con Página 12

Este abogado y trabajador social comentó que esta mañana el director de la institución, Christian Baldino, comunicó la intempestiva medida que obligó al cierre de los servicios de guardia e internación. Esto acarrea varios problemas. Sucede que hay cincuenta personas internadas y el hospital, además, funciona como centro de día. A esto se suma que le brinda atención a personas adultas pero también, a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad que se ocupa, entre otros aspectos, de consumos problemáticos. 

Fernández Camacho explicó que “hasta ahora, veníamos atravesando la misma situación que otros organismos gubernamentales: o sea, renovación trimestral de los contratos y despidos arbitrarios”. En los dos últimos meses, en consecuencia, el hospital perdió a 60 profesionales: la mitad fue despedida y la otra mitad se fue yendo por la precariedad de las condiciones laborales. “Es una situación que atravesamos, al igual que el Hospital Español o el Garrahan”, apuntó el delegado.

“Se cierran los dispositivos que de manera interdisciplinaria, cuidada y con afecto nos cuidan como personas”, explicó An Millet, trabajador social en el Hospital. “Que el Gobierno Nacional este yendo directamente a atentar contra la salud mental de la población es un mensaje muy claro –destacó–. No es solo el cierre del Bonaparte, es lo que vienen haciendo con las políticas que implementan: no llegar a fin de mes tiene un efecto directo en nuestra salud mental, en nuestro bienestar”.

El hospital es rector y referencia de la política pública en materia de salud mental. Soledad Rivas es piscológa, delegada adjunta de ATE y trabaja en la guardia que acaban de cerrar: “Desde acá se dictan capacitaciones a todo el país, a la vez también supervisiones de casos que para nuestras disciplinas es imprescindible. La población que más consulta es la que no tiene cobertura, se entrega medicación a pacientes que tienen tratamientos crónicos de salud mental y eso no está asegurado en ninguna otra jurisdicción. Toda esa gente quedaría a la deriva con sus tratamientos y sus patologías de salud mental”, explicó.

RIO GRANDE

Los trabajadores resolvieron permanecer en sus puestos de trabajo hasta que se aclare la situación. El hospital brinda atención en diversas áreas de salud como Clínica Médica, Laboratorio de Análisis Clínicos, Odontología y Farmacia. Además, incluye un abordaje territorial, con lo cual también esa red está en peligro. 

Si bien su historia se remonta al siglo XIX, durante la década del setenta funcionó bajo el nombre de Centro Nacional de Reeducación Social (Cenareso) y a partir de los años ochenta se involucró en un proceso de complejización y ampliación del concepto de salud mental. 

En 2016 se modificó su denominación. Su nombre homenajea a la psicóloga Laura Bonaparte de Bruschtein, activista de derechos humanos y Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Es, además, un Hospital que acompaña a la comunidad LGTBIQ* especialmente; su auditorio lleva el nombre de Diana Sacayán y antes de que existiera la Ley de Cupo Laboral Trans, el hospital ya tenía el 1 por ciento de trabajadorxs trans.

Desde la Asociación de Profesionales del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez manifestaron su “profunda preocupación” por el anuncio del cierre. “El Hospital Laura Bonaparte es el único efector de salud ubicado en la Ciudad de Buenos Aires especializado en problemáticas de consumo. Realiza tratamientos de salud mental a miles de pacientes, incuyendo niñas, niños y adolescentes”, destacaron y señalaron que “en un momento en el que las problemáticas de salud mental crecen en forma alarmante, el cierre de un efector que atiende las mismas profundiza el deterioro de la asistencia sanitaria a la población“. “Repudiamos enérgicamente la medida anunciada y exigimos a las autoridades su anulación”, reclamaron.

También diversos organismos de derechos humanos defendieron la continuidad del Hospital. “Solo un gobierno negacionista, inhumano y perverso, que ejerce el poder con autoritarismo y crueldad, puede atreverse a una decisión en este sentido, en tiempos en que la atención de la salud mental en nuestro país resulta prioritaria, a partir del aumento exponencial de padecimientos psíquicos, consecuencia del estado de vulnerabilidad al que el mismo gobierno está llevando a su población, debido a sus medidas políticas, económicas y sociales”, indicaron.

 Además, resaltaron la necesidad de “levantar la voz ante este nuevo atropello a los derechos humanos, como implica el cierre de un hospital público, y en este caso, una institución con recursos humanos de excelencia, como no puede ser de otra manera llevando el nombre de nuestra querida Laura Bonaparte, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, psicóloga, feminista, militante incansable“.

Este comunicado conjunto fue firmado por Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas., H.I.J.O.S. Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Asociación Buena Memoria, Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.

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