El Comité Internacional de la Cruz Roja lamenta retiro de Lituania de la Convención sobre Municiones en Racimo
El Comité Internacional de la Cruz Roja insta a todos los Estados a reforzar los marcos que protegen a las personas civiles en los conflictos armados, no a debilitarlos. Según el último informe de seguimiento de municiones en racimo, casi la mitad de todas las víctimas de restos de estas municiones en 2023 fueron niños, se indicó.
Lituania se ha retirado oficialmente de la Convención sobre Municiones en Racimo, según declaró este jueves Dovilė Šakalienė, el ministro de Defensa del país, miembro de la OTAN y de la Unión Europea (UE) y que comparte frontera con Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) lamenta profundamente el retiro de Lituania de la Convención sobre Municiones en Racimo. Es una decisión sin precedentes que debilita protecciones vitales para las personas civiles y amenaza con agravar los peligros de estas armas, que causan un daño inaceptable.
Las municiones en racimo esparcen submuniciones explosivas en zonas amplias. Muchas de ellas no detonan con el impacto y dejan superficies contaminadas con municiones mortales sin estallar. Esto hace peligrar el regreso en condiciones de seguridad de las familias desplazadas, el acceso a los servicios y la capacidad de reparación o reconstrucción de infraestructura.
“Las municiones en racimo tienen efectos en superficies amplias. Su uso en zonas urbanas plantea preocupaciones humanitarias particulares. Además, mucho tiempo después de su uso, continúan causando sufrimiento, sobre todo en los niños, y obstaculizan la capacidad de las comunidades de recomponerse” expresó Cordula Droege, responsable de Asuntos Jurídicos del CICR.
Con el objetivo de poner fin al sufrimiento generado por la atrocidad de estas armas, 124 Estados firmaron la Convención sobre Municiones en Racimo [PJG1] y 123 continúan obligadas por ella en la actualidad. Fue aprobada en 2008 y prohíbe emplear, almacenar, producir y transferir municiones en racimo. Este tratado humanitario emblemático ha ayudado a salvar innumerables vidas. Los Estados Partes han destruido más de un millón de municiones en racimo almacenadas y han limpiado vastas superficies de terreno que pueden devolverse de manera segura para el uso productivo de las comunidades.

El retiro de Lituania es inédito, ya que se trata del primer país en denunciar un tratado humanitario mundial. El Comité Internacional de la Cruz Roja lamenta profundamente que haya desoído el llamamiento de los Estados Partes en septiembre de 2024, en el que se le instaba a reconsiderar su decisión.
Los niños son particularmente vulnerables a este fenómeno, ya que suelen sentir curiosidad por los restos de municiones en racimo sin estallar dada su apariencia similar a la de un juguete. Según el último informe de seguimiento de municiones en racimo, casi la mitad de todas las víctimas de restos de estas municiones en 2023 fueron niños. Su remoción es un proceso complejo y peligroso que suele llevar décadas. Recientemente, Bosnia y Herzegovina declaró estar libre de municiones en racimo, casi 30 años después de la finalización de la guerra.
Al Comité Internacional de la Cruz Roja le preocupa el posible debilitamiento del derecho internacional humanitario producto que un Estado Parte se retire, por motivos de seguridad nacional, de un acuerdo internacional para limitar el uso de armas que causan un daño inaceptable. La situación relativa a la seguridad está en constante evolución, pero el terrible costo humano del uso de municiones en racimo, minas antipersonal y otras armas atroces sigue siendo el mismo.
“El hecho de retirarse de cualquier tratado humanitario debilita las protecciones humanitarias vitales en la guerra y erosiona las bases del derecho internacional humanitario”, afirmó Droege. “El Comité Internacional de la Cruz Roja insta a todos los Estados a reforzar los marcos que protegen a las personas civiles en los conflictos armados, no a debilitarlos”.