Escándalo por el juicio de Maradona: la productora del documental ya había gastado más de $5.500.000
El rodaje de la miniserie “Justicia Divina”, basada en el juicio por la muerte de Diego Maradona, quedó en el centro de la polémica tras revelarse que la jueza Julieta Makintach, apartada del caso, participó activamente en la producción. La justicia secuestró documentación que detalla los gastos del proyecto.

La controversia que rodea el juicio por la muerte de Diego Maradona sumó un nuevo capítulo con la revelación de que la productora encargada de realizar un documental sobre el proceso judicial ya había gastado más de $5.500.000. La cifra se desprende de una planilla secuestrada en los recientes allanamientos ordenados por la fiscalía, que investiga presuntas irregularidades en el desarrollo del debate oral.
La miniserie en cuestión, titulada tentativamente “Justicia Divina”, contaría con seis episodios de 30 minutos cada uno y estaba centrada en el juicio que se desarrolla en el Tribunal N°3 de San Isidro. Lo llamativo es que la producción contaba con la participación activa de Julieta Makintach, la jueza recientemente apartada del caso por haber influido en al menos un 33% de las decisiones del tribunal mientras colaboraba con el contenido del documental.
La documentación incautada confirma que los pagos a proveedores fueron realizados en abril, cuando la miniserie ya estaba en plena etapa de producción. Este dato generó fuertes sospechas sobre el grado de involucramiento de Makintach y cómo su accionar podría haber afectado la imparcialidad del proceso.
El juicio, que estaba avanzando hacia su etapa clave, podría volver a fojas cero debido a la “contaminación” del tribunal, tal como lo calificaron fuentes judiciales. La definición sobre el futuro del proceso se conocerá este jueves, cuando los jueces Maximiliano Savarino y Verónica Di Tomasso se pronuncien oficialmente.
Este escándalo no solo pone en duda la transparencia del juicio por una de las muertes más resonantes del deporte argentino, sino que también expone una preocupante conexión entre la justicia y los intereses mediáticos.