Fibrilación auricular: Un factor clave en la prevención del ACV
Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), fecha que busca concientizar sobre los riesgos y la prevención de esta enfermedad. La fibrilación auricular, un tipo de arritmia cardíaca, aumenta hasta cinco veces la probabilidad de sufrir un ACV isquémico. El ataque cerebral constituye la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad a nivel mundial, afectando a 1 de cada 4 personas en el mundo y estimándose que más de 100 millones de personas viven con secuelas.
La fibrilación auricular (FA) es una de las principales causas de accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, según la investigación nacional “Argentina sin FA” realizada por la Fundación Argentina de Cardiología (FAC). Esta arritmia provoca que las aurículas del corazón latan de manera rápida e irregular, dificultando el flujo sanguíneo y favoreciendo la formación de coágulos. Cuando estos coágulos llegan al cerebro, pueden interrumpir la circulación y desencadenar un ACV.
El Dr. Luis Aguinaga, cardiólogo y ex presidente de la FAC, explica que los ACV asociados a la FA suelen ser más graves. “El riesgo de ACV isquémico es mayor entre 3 y 5 días después de un episodio de fibrilación auricular. Por eso, la principal medida de prevención es la anticoagulación supervisada por un médico”, señala.
Prevalencia y diagnóstico

El estudio indica que entre el 0,5% y 1% de las personas mayores de 70 años presentan FA, y muchos de estos casos son asintomáticos, detectados mediante pulso, electrocardiograma, Holter o dispositivos electrónicos como relojes inteligentes y teléfonos.
Además, existen contradicciones en los tratamientos: algunos pacientes de bajo riesgo están anticoagulados, mientras que pacientes de alto riesgo no reciben medicación. Cerca del 15% de los pacientes presentan disfunción tiroidea, otro factor vinculado a la FA y los ACV.
Factores de riesgo
Aguinaga destaca que la población argentina presenta una alta prevalencia de factores de riesgo asociados a la FA y al ACV, entre ellos: obesidad, hipertensión, diabetes y sedentarismo. La prevención de estos factores es crucial para disminuir la probabilidad de accidente cerebrovascular.
Cómo reconocer un ACV
Un ACV ocurre cuando un coágulo bloquea el flujo sanguíneo en el cerebro. Los síntomas pueden aparecer aislados o combinados e incluyen:
- Dificultad para hablar o tragar
- Desviación de la comisura labial
- Confusión mental
- Debilidad o adormecimiento en brazos, piernas o cara
- Dolor de cabeza intenso
- Problemas de visión o pérdida de conciencia
Ante cualquiera de estos signos, es vital llamar inmediatamente a los servicios de emergencia, ya que los primeros minutos son determinantes para reducir secuelas y salvar vidas.
Conclusión
“La mejor estrategia para quienes presentan FA y un riesgo elevado de ACV es iniciar la anticoagulación y controlar los factores de riesgo cardiovasculares”, concluye el Dr. Aguinaga. La detección temprana y la atención inmediata son las claves para prevenir complicaciones graves y proteger la salud cardiovascular de la población.
