PAÍS

La Cámpora en la mira ante el polémico avión venezolano

Todas las agencias estatales que intervienen en las autorizaciones, permisos, registros y controles de los aviones que ingresan o salen del país las maneja esta agrupación política.

Hasta ahora, el Gobierno no ha podido despejar una duda básica que ronda en torno del polémico avión de la empresa iraní Mahan Air, operado por la venezolana Emtrasur, que está quieto en Ezeiza. No pudo, o no quiso, demostrar si la novela es una secuencia de torpezas, ineficiencias o desconocimiento de las varias agencias del Estado o si, en realidad, lo que existe es una cadena de complicidades. Sin despejar las primeras, todas las teorías conspirativas toman fuerza.

Felices Fiestas

Pero más a allá de eso, La Cámpora ha quedado en medio de la polémica. Sucede que la agrupación que dirige el diputado Máximo Kirchner maneja con funcionarios de pura cepa todas las agencias del Estado que intervienen en el mercado aerocomercial argentino. Se trate de vuelos de pasajeros o de carga, todas las agencias gubernamentales que tienen injerencia están a cargo de funcionarios de esta corriente política. “Controlamos toda la actividad aeronáutica referida al traslado de pasajeros o carga”, se promociona la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), el primer organismo que recibe la información de todo vuelo que llega o parte del país.

La ANAC está comandada por Paola Tamburelli, una funcionaria que llegó al Gobierno después de haber circulado por organismos internacionales de aviación como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una dependencia de las Naciones Unidas creada para intervenir en cuestiones ligadas a la aviación civil.

Desde 2009, cuando el ahora senador Mariano Recalde se hizo cargo de Aerolíneas Argentinas, el mercado aerocomercial argentino está manejado por La Cámpora, con la excepción de los cuatro años que gobernó Mauricio Macri. Además de esta agencia, la agrupación que dirige Kirchner siempre tuvo el comando de Aerolíneas Argentinas y del Órgano de Control del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna). No hay nada aéreo en el país que se escape a esta trilogía.

Pero los jóvenes kirchneristas no dejaron nada librado al azar. Otro de los organismos que está involucrado en los aterrizajes y despegues es la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA). En el sillón principal de la firma estatal está sentada Gabriela Logatto, una controladora aérea, de perfil técnico, de extrema confianza de Recalde y con una cercanísima relación con los gremios.

También estuvo la venia de La Cámpora en esta designación. De hecho, Máximo Kirchner sentó como jefe de Gabinete a Diego Segovia, un militante de ese espacio que es una suerte de “comisario político” del hijo de dos presidentes.

RIO GRANDE

Hay más, como para sellar el cepo camporista al mercado aerocomercial. Otras dos agencias del Estado que también intervienen en este universo: la Dirección Nacional de Migraciones y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Frente a Migraciones está Florencia Carignano, una fiel militante camporista, una de las funcionarias que tiene mayor confianza con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. De hecho, la dependencia está dentro de la cartera política.

Carignano no es nueva en la estructura de la agrupación que comanda el diputado Kirchner. Durante el último gobierno de Cristina Kirchner, la encargada de controlar el ingreso de personas por las fronteras era Subsecretaria de Acceso a la Justicia. Entonces, la agrupación controlaba a su gusto el Ministerio de Justicia que comandaba sin ofrecer resistencia Julio Alak. Pero la botonera de todo se digitaba más abajo, en el segundo despacho de la cartera, que ocupaba Julián Alvarez. Carignano pertenecía a esa estructura.

fuente. la nación

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