La UOM Río Grande se planta en defensa de la industria fueguina y los puestos de trabajo
Con firmeza, la UOM Río Grande reafirma su compromiso con la defensa de la industria fueguina y la preservación de los puestos de trabajo. Con la voz de sus trabajadores y la experiencia de una lucha histórica, el gremio convoca a una marcha de antorchas y advierte que no esperará al fin de año para exigir respuestas concretas ante las amenazas del gobierno nacional.

En un gimnasio colmado de trabajadores y delegados, con el eco de la incertidumbre flotando en el aire, la UOM Río Grande volvió a alzar la voz. Fue ayer lunes por la mañana, en una conferencia de prensa cargada de tensiones y certezas: la defensa del trabajo y la industria fueguina no puede esperar.
Allí, el secretario general del gremio, Oscar Martínez, fue enfático. “No vamos a esperar hasta el 31 de diciembre. Ese plazo es apenas un marco. Lo urgente es encontrar ahora las alternativas que garanticen la continuidad productiva y, sobre todo, que no se pierda ni un solo puesto de trabajo”, afirmó ante los medios y trabajadores presentes.
Las palabras del dirigente no se quedaron en diagnósticos. Llegaron con el peso de la historia reciente y con la experiencia de haber enfrentado, una y otra vez, políticas que amenazan con desmantelar el régimen de promoción industrial que sostiene gran parte del empleo en la provincia más austral del país.
Martínez no dudó en calificar al actual Gobierno nacional como “absolutamente autoritario”, comparándolo incluso con la última dictadura cívico-militar-empresarial. “Este gobierno desprecia a los trabajadores, al movimiento obrero, a los jubilados. No podemos confiar en sus palabras. Hoy dice una cosa y mañana se despierta con un nuevo ataque”, advirtió, con tono grave y realista.
Mientras tanto, la organización sindical no se detiene. El próximo viernes a las 18.30, una marcha de antorchas recorrerá las calles de Río Grande, como forma de visibilizar la lucha y de mantener viva la llama de la resistencia. No es una respuesta improvisada, sino parte de una estrategia que, según sus referentes, podría extenderse durante toda la gestión nacional actual si las condiciones no cambian.
La firma del reciente acuerdo con los empresarios avalada por la mayoría de las asambleas, fue en palabras del secretario general, una tregua táctica y no una rendición. “La resistencia comenzó, pero no terminó. Durante el gobierno de Macri duró cuatro años. Este gobierno puede durar lo mismo. Lo que no podemos permitir es que lo voten de nuevo y tengamos que seguir enfrentándolo”, señaló.
También hubo lugar para la autocrítica. Martínez reconoció que muchos trabajadores acompañaron con su voto a quienes hoy promueven estas medidas. “Cuesta mucho moverse en este escenario. Pero incluso en ese contexto vamos a seguir defendiendo cada derecho, cada puesto de trabajo y cada conquista”.
Aunque el escenario es adverso, el mensaje fue claro: la UOM no se resigna. Con organización, movilización y una fuerte raíz en la historia de lucha de los metalúrgicos fueguinos, el gremio pone en marcha una nueva etapa. Porque cuando está en juego la dignidad del trabajo, la única respuesta posible es la unidad y la acción colectiva.