PAÍS

Masiva marcha en Plaza de Mayo por el Día de Memoria

La masiva movilización tuvo presencia de organizaciones como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo e HIJOS y otras organizaciones. Estela de Carlotto, reclamó que el Estado siga garantizando "la restitución de la identidad de los nietos y nietas" de desaparecidos durante la última dictadura militar.

Organizaciones de derechos humanos y partidos políticos de la oposición encabezaron hoy la marcha en la Plaza de Mayo que cada año se realiza por Memoria, Verdad y Justicia, y que en esta edición concentró numerosas criticas contra la gestión de Javier Milei.

Felices Fiestas

La masiva movilización tuvo presencia de organizaciones como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo e HIJOS, además de agrupaciones políticas como como La Cámpora, con la presencia de Máximo Kirchner; el Frente Renovador y el Partido Obrero, a los que se sumaron sindicatos y los dirigentes gremiales Hugo y Pablo Moyano.

Luego de 20 años de actos separados en la plaza, todos estos espacios compartieron escenario en el acto central.

El acto se había iniciado con unas palabras de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien reclamó que el Estado siga garantizando “la restitución de la identidad de los nietos y nietas” de desaparecidos durante la última dictadura militar.

La acompañaron sobre el escenario Elia Espen, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.

“Luchamos para restituir la identidad a los cientos de bebés robados por la dictadura. La apropiación es desaparición forzada y hasta tanto no se conozca la verdadera identidad se sigue cometiendo”, sostuvo Carlotto.

RIO GRANDE

Carlotto resaltó que desde Abuelas llevan “139 casos resueltos” y “hace apenas dos meses restituyeron la identidad de un nieto y una nieta que nunca habían sospechado de su origen”.

“Necesitamos de toda la sociedad para encontrarlos a todos.  Nunca es tarde”, completó, ante una plaza colmada.

Posteriormente, se leyó sobre el escenario el documento de las organizaciones convocantes. 

“En el camino de los y las 30.000 seguimos levantando sus banderas de lucha contra la injusticia y la desigualdad y le decimos a Milei y a (Victoria) Villarruel: el pueblo unido jamás será vencido. Basta de despidos a los trabajadores del sector público y privado”, expresaron las organizaciones.

Y completaron: “Rechazamos el intento del gobierno de desmantelar el Estado y de privatizar los servicios y bienes comunes”.

También se protestó contra la mayoría de las iniciativas que implementó el gobierno libertario en casi un año y medio de gestión, por lo que se reclamó la “derogación del DNU 70/23, la corrupta Ley Bases, las facultades delegadas y el RIGI”.

Y apuntaron contra la “ley antiterrorista, protocolo Bullrich y baja de la edad de imputabilidad, la reforma inconstitucional del código penal, las leyes de reiterancia, reincidencia, anti-mafia, y decreto habilitante de las fuerzas armadas en inteligencia y seguridad interior”.

“Hace casi 48 años luchamos para restituir la identidad a los cientos de bebés robados por la dictadura. La apropiación es una desaparición forzada y hasta tanto no se conozca la verdadera identidad, se sigue cometiendo”, plantearon los organizadores en otro párrafo.

Y agregaron: “Le decimos ´no´ a la destrucción de la salud pública. Rechazamos la política de cierre y vaciamiento de hospitales y programas de salud. Como dijimos en las movilizaciones por la salud pública, y contra el cierre de la maternidad Estela de Carlotto, el hospital de salud mental Laura Bonaparte y el Hospital Posadas”.

“Tenemos la fuerza de la historia de nuestro pueblo, y por eso Milei y Villarruel pretenden negar el genocidio y desmantelar las conquistas en materia de Memoria, Verdad y Justicia. Basta de negacionismo y apologismo del genocidio perpetrados por el gobierno nacional, armado y orquestado por Villarruel”, señaló el texto cerca de su final.

Una vez concluida la lectura del documento, empezó la desconcentración de la multitudinaria marcha, en el marco de un operativo de seguridad de poco despliegue, sin que se aplicara el protocolo “antipiquetes” de Patricia Bullrich.

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