Michelle Bachelet no buscará un segundo mandato como Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU
El mandato de la expresidenta chilena termina a fines de agosto y en los últimos días había recibido algunas críticas por la forma en que desarrolló una histórica visita a China.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, anunció este lunes en Ginebra que no se presentará para un segundo mandato y argumentó “razones personales”. La primera mujer presidenta de Chile, que durante la dictadura sufrió torturas, había sido nombrada en el puesto por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en 2018. Su mandato termina a fines de agosto y en los últimos días había recibido algunas críticas por la forma en que desarrolló una histórica visita a China.
“Como mi mandato de Alta Comisionada llega a su fin, esta 50ª sesión del Consejo será la última en la que me expreso”, dijo la expresidenta chilena, de 70 años, ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. Durante la rueda de prensa, Bachelet dijo que le había informado la decisión a su “jefe” Antonio Guterres hace dos meses. “Él quería que me quedara pero ya no soy una mujer joven y después de una larga y rica carrera, quiero volver a mi país, con mi familia”, explicó.
El cargo de Alto Comisionado para los Derechos Humanos está confrontado a fuertes presiones políticas por parte de muchos países alrededor del mundo. Aunque puede ser llevado a cabo durante dos mandatos, casi todos los predecesores de Bachelet evitaron quedarse más de un mandato.
El estilo de Bachelet, basado en el diálogo, marcó una clara ruptura con su predecesor, el jordano Zeid Ra’ad Al Hussein. “Sigan buscando el diálogo”, expresó la exmandataria ante el Consejo de la ONU y continuó: “Hay que estar preparado para escuchar al otro, entender sus puntos de vista y trabajar activamente para encontrar un terreno común”.
La espina china
Recientemente, Bachelet fue objeto de duras críticas por parte de Estados Unidos y de ONGs como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, que la acusaban de haber mantenido una posición demasiado tolerante ante las violaciones de los derechos humanos en China. Le reprochan no haber denunciado con más firmeza estos atropellos durante su visita al gigante asiático, la primera de un alto comisionado desde 2005.
“Esto no tiene nada que ver” con la decisión de no brindar un segundo mandato, aseguró Bachelet, quien insistió: “Siempre escucho las críticas, pero no es eso lo que me hace adoptar ciertas posiciones”.
Bachelet insistió con que, durante sus encuentros con los responsables chinos, también con el presidente Xi Jinping, habló de las violaciones de los derechos humanos. “Siempre subrayé la importancia del diálogo en mis interacciones con todos los países miembros, incluso sobre las cuestiones más difíciles”, expresó Bachelet, quien anunció un acuerdo con China para mantener una reunión anual de alto nivel dedicada a los derechos humanos.
El saludo de Boric
El presidente de Chile, Gabriel Boric, le respondió a Bachelet a través de su cuenta de Twitter: “Bienvenida de vuelta!”. Durante la campaña, la exmandataria apoyó abiertamente al entonces candidato de Convergencia Social. Luego del anuncio de su regreso a Chile, se empieza a especular sobre el rol que tendrá en la campaña para el plebiscito constitucional de septiembre, para el que hay muchos indecisos según los últimos sondeos.
“Su presencia, su rol en ambos gobiernos, su capacidad de haber puesto en acción una reforma constituyente de la envergadura de la que hizo ella y su compromiso con el cambio constitucional están claros, y por lo tanto, ella definirá de qué manera va a participar de esta campaña”, indicó en ese sentido la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic.
Detención y tortura
Nacida el 29 de septiembre de 1951 en Santiago, Bachelet pasó su infancia en varias ciudades de Chile donde su padre, piloto de la fuerza aerea chilena, era destinado. En 1970, empezó a estudiar Medicina y entró en las Juventudes Socialistas.
Vivió en carne propia el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y la cruenta dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990). Su padre, Alberto Bachelet, murió en 1974 a causa de las torturas por mantenerse leal al gobierno del derrocado mandatario socialista Salvador Allende.
La muerte de su padre marcará para siempre la vida de Michelle, que siempre buscó estar a su altura. En 1975, fue detenida junto a su madre por los servicios secretos. Fueron trasladadas al centro de Villa Grimaldi, un centro clandestino de torturas de Santiago.
Luego se exiliaron primero a Australia y después a la República Democrática Alemana, donde continuó sus estudios de Medicina. Regresó a Chile en 1979, graduándose tres años después.
Esta pediatra de profesión, madre de tres hijos, fue presidenta de Chile en dos ocasiones. Luego de un primer mandato (2006-2010), que concluyó con niveles récord de popularidad, Bachelet no pudo presentarse inmediatamente, ya que la Constitución no permite ejercer dos veces consecutivas.
Fue nombrada entonces al frente del organismo ONU-Mujeres, en Nueva York, un cargo internacional desde el que impulsó el valor de las mujeres en política. A finales de 2013, volvió a presentarse para dirigir su país y llevó a cabo un segundo mandato (2014-2018), durante el cual impulsó varias reformas progresistas, como la adopción del matrimonio entre personas del mismo sexo y la despenalizacion del aborto.
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