PAÍS

Orgullo, unidad y resistencia: una multitud colmó las calles contra el odio y la violencia en Buenos Aires

La 34° Marcha del Orgullo volvió a llenar de color, amor y lucha la Avenida de Mayo. Con la consigna “Frente al odio y la violencia: más orgullo y unidad”, miles de personas y organizaciones se manifestaron en defensa de los derechos conquistados, frente al avance conservador del gobierno de Javier Milei.

El año va terminando como empezó en febrero de este año: con una multitudinaria manifestación contra la agenda conserva de Javier Milei encabezada por organizaciones de la diversidad. Una multitud inmensa e incalculable de personas participaron en la Marcha del Orgullo 34 que comenzó temprano. La convocatoria a las 10 a.m. se cumplió con rigor: decenas de puestos convocados por la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo (COMO) coparon Plaza de Mayo con banderas multicolor, vinchas, glitter, productos cannábicos y pines varios.

Felices Fiestas

La consigna de este año fue “Frente al odio y la violencia: Más orgullo y unidad”. En la primera Marcha de 1992 la consigna fue “Libertad, igualdad y diversidad”. Más de tres décadas después, esos reclamos se materializaron en derechos y políticas públicas que hoy se ven amenazados por un gobierno de ultraderecha que avanza a fuerza de discriminación, represión y recortes. Quizá por eso la marcha tuvo sub-consignas criticando la no aplicación de la Ley de VIH-Sida, los recortes en salud y el ataque a las libertades individuales. Y estas consignas se enmarcan en otras de política nacional y geopolítica: pedido de libertad a Cristina Fernández de Kirchner, solidaridad con los pueblos que luchan contra la ultraderecha y con el pueblo de Palestina.

¿Qué interpela esta marcha hoy? María Rachid, Presidenta de la FALGBT y miembro de la COMO afirma: “En un contexto de creciente violencia política, discursos de odio y desmantelamiento de políticas públicas que durante años garantizaron derechos y ampliaron libertades, las organizaciones de la diversidad seguimos eligiendo responder con más orgullo, más amor y más unidad. Reafirmamos la potencia colectiva de nuestras luchas. La historia de nuestro movimiento demuestra que cada derecho conquistado fue fruto de la organización, la solidaridad y la resistencia frente al autoritarismo y la exclusión”. 

En misma sintonía, Marcelo Ferreyra, integrante del Consejo Asesor Histórico de la COMO, formado por los militantes que organizaron las primeras marchas desde 1992, refuerza esta idea de una potencia construida desde hace tiempo: “Recuperamos el video de la Primera Marcha del Orgullo de 1992, que vamos a proyectar públicamente en breve, en el que me emocionó volver escuchar a Carlos Jáuregui cuando decía en la escalinata del Monumento de los Dos Congresos: ´El año que viene vamos a volver a estar en este mismo lugar y cuando nosotros ya no estemos, van a estar quienes nos siguen en este esfuerzo´. Esta frase de Carlos se cumplió en el crecimiento exponencial del movimiento y nos pone en un lugar muy distinto al que estábamos en 1992, y a eso se tendrá que enfrentar Milei”. 

Diego Tedeschi Loisa, integrante del Consejo Asesor Histórico, también militante fundacional de la Marcha, agrega: Frente a los atropellos del gobierno nacional y de sus secuaces, que promueven el odio y la violencia, nos paramos con orgullo y con un llamado a la unidad, que es la mejor manera de lograr los cambios. Así lo vivimos en los 90, a pesar de las persecuciones y de los placares de miedo. Así lo viviremos hoy marchando una vez más por la igualdad.”

La previa

Ya van 34 años marchando y siempre la fiesta se convierte en protesta. En un sábado soleado los y las participantes comenzaron a llegar: los sueltos deambulaban entre puestos, encuentros y performances. A las consignas oficiales se le sumaron, en sintonía, otras como: “Ajustame ESTA”, “La educación pública es orgullo” o “No hay putx en un planeta muerto”.

RIO GRANDE

Como se hace tradicionalmente desde el año 1992, la marcha comienza en Plaza de Mayo y culmina en Plaza Congreso. En ambas ubicaciones se montaron escenarios donde fiesta y protesta fueron una. En Plaza de Mayo se leyeron los discursos por la identidad: lesbianas, gays, bisexuales, mujeres trans, transmasculinidades, no binaries, pansexuales y niñeces LGBT+ criticaron a las políticas de la administración Milei. Luego de estos discursos hubo momento para el contoneo de cuerpos y cabelleras al calor de la música de DJs, Benito Ceratti y el cierre a puro fervor con Angela Torres.

A las 16hs, los y las militantes se congregaron en torno a sus “carrozas” de todo tipo: organizaciones sociales comunitarias y religiosas; sindicatos: ATE, SUTEBA y Sanidad; empresas: Speed, Maricafé; partidos políticos: peronista, MST, MAS, Socialista, UCR, Pro, PTS, Irrompibles y Patria Grande. Y a la cabeza de marcha, un llamativo bus descapotado de Diplomáticos por la Igualdad con representantes de los gobiernos de la Unión Europea, Noruega, Canadá, Colombia, México, Chile y Brasil. Este grupo de diplomáticos firmó el 30 de octubre en Buenos Aires una Declaración Conjunta Orgullo 2025 en apoyo a las agendas LGBT+. Hubo banderitas de Suecia, Grecia, Alemania, Canadá, Brasil, Francia y España en manos de los representantes diplomáticos.

El desfile

Durante horas la Avenida de Mayo estuvo desbordada de bote en bote. Banderas, DJs y percusión se combinaron sin importar la afinación. En la cabecera de la Marcha, una comparsa de Gualeguaychú con samba y plumas de colores convocó a iniciar la caminata despertando euforia de baile y cantos. Durante cuatro horas y de manera ordenada, las “carrozas” desfilaron cada una con su propio público convocado por estilo musical y/o afinidad ideológica. Llegando a Sáenz Peña, en el histórico edificio de las cúpulas, Moria Casán saludaba desde un balcón rodeada de banderas y con una máquina tira papelitos mientras respondía con la V de la victoria a los saludos peronistas de ocasión.

El escenario en el Congreso recibió a la multitud con fiesta y protesta. Distintos DJs y Massacre pusieron la nota de color. Y en ese mismo espacio llegó el momento de los abucheos, el clásico momento en que se grita un “Uhhhh” o un “Fuera” a figuras de la política y la cultura nacional. Este año los abucheos fueron variados. Fueron sus merecedores: Milei y su gobierno, Mauricio Macri, el Gobernador Nacho Torres, el Intendente de Tres de Febrero -Diego Valenzuela-, el programa “La misa” del streaming Carajo, la Vicejefa de Gobierno de la CABA -Clara Muzzio- e Israel y el gobierno de Netanyahu. Los repudios se fundaron en posiciones frente a la agenda de derechos sociales y democráticos. Como contracara se hicieron homenajes: a los militantes Pablo Vasco y Vale Roxy, y al ex cura Nicolás Alessio fallecidos este año. Y los reconocimientos fueron para Elizabeth Vernaci, Francho Torchia, Victoria Montenegro, Delfina Velázquez, Manuela Castañeira, Esteban Paulón y a los 600 trabajadores de la Dirección de Respuesta al VIH despedidos por el gobierno Milei. Antes del cierre se leyó el discurso final en que a los reclamos que se desplegaron en la marcha, se le sumaron críticas a Patricia Bullrich por su accionar represivo y las políticas de ajuste.

Avanzando en dirección al Congreso, el grupo “Diversidad Socialista” del Partido Socialista marchó entre banderas del arco iris y la flor con el clavel rojo, símbolo distintivo de la socialdemocracia. El Diputado Nacional Esteban Paulón, militante gay histórico de la Ciudad de Rosario, comentó: “En el contexto del Gobierno de Javier Milei, la marcha toma una dimensión diferente. Venimos de una marcha multitudinaria en febrero, luego del discurso presidencial en Davos, donde le dijimos que con los valores democráticos no se juega. La contundencia de esta marcha es continuidad de aquella manifestación. Que el Presidente no crea que el crédito que en las últimas elecciones le dio la población es un aval de una agenda anti derechos. Se equivoca si interpreta el resultado de ese comicio como un cheque en blanco para su agenda regresiva”.

Más atrás, en la carroza del Frente de la Igualdad del Movimiento Evita, a pura cumbia, la dirigente trans Ornella Infante también reconoce los desafíos de esta marcha: “Son muchas las urgencias por las que tiene que luchar el movimiento LGBTIQ+ ya que también somos quienes sufrimos el ajuste de Javier Milei. El hambre, la falta de trabajo, principalmente en los barrios populares, es moneda corriente. Y esto es parte de una política violenta que multiplicó los crímenes de odio, desmanteló las políticas de prevención de enfermedades de transmisión sexual y recortó derechos que logramos conquistar. Al odio le vamos a responder con organización y militancia.”

Volviendo hacia la Plaza, un carroza con la cara de Axel Kiciloff con carteles donde él aparece joven con un pañuelo verde al cuello y rayos de los colores del arcoíris saliendo de su cabeza. Allí, militantes de La Patria es el Otro bailaban ritmos pop latino. La militante de derechos humanos y legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, Vicky Montenegro, se sumó a la alegría y combatividad de la jornada: “Estamos acá para reafirmar la identidad y el orgullo en tiempos donde se quiere instalar la vergüenza. Es necesario marchar hacia el futuro con los derechos y por los que aún faltan.”

A pocos metros La Cámpora vistió un camión con los colores del orgullo y sobre su techo desplegó una bandera con la frase “Cristina Libre” y la bandera trans y la de orgullo. A un ritmo latino, también se congregaban jóvenes como Delfina Velázquez, dirigente del Frente Diversidades de La Cámpora y también legisladora de CABA. Dijo: “Significa mucho esta marcha, porque significa resistir a la avanzada cultural antipopular y antiderechos de Javier Milei. Tenemos que recordar los derechos alcanzados durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para quien pedimos su libertad.”

En este despliegue de camiones coloridos, música, baile y alegría, la izquierda trotskista aportó una nutrida columna donde banderas rojas y del orgullo flameaban a la vez. Lucas, de Libre Diversidad del MST-FIT Unidad, señaló que esta marcha “es una nueva jornada de lucha en la que reivindicamos nuestro orgullo que también es antifascista y antirracista. No puede haber orgullo con un genocidio, por lo que también apoyamos al pueblo de Palestina.” Mientras Lucas habla, banderas palestinas flamean frente a la embajada de Israel.

Ya casi en la plaza, las organizaciones sociales y sindicatos prendieron sus motores. Mala Junta, Trolxs Unidxs Triunfaremos, Las Rojas, AMMAR y hasta el grupo El Centurión -cercano a la Iglesia Católica-, a la que se sumaron evangélicos y otras creencias religiosas. El cartel de El Centurión se hace eco de lo que todos y todas repitieron en discursos y comentarios: la necesidad de volver a hacer comunidad.

El pañuelazo

Por su parte, Orgullo y Lucha realizó previo a la marcha un “Pañuelazo por la Memoria, la Verdad y la Justicia” con organizaciones de derechos humanos CELS, Nietes, HIJOS, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Abuelas de Plaza de Mayo, en el que estuvo presente Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Allí pidieron la derogación de los decretos 61 y 62 del gobierno de Milei, se sumaron a la solidaridad con Palestina, pidieron por la reparación histórica de las personas trans y llamaron a un gran acuerdo democrático contra los discursos de odio. Luego de este evento donde la participación de Madres emocionó hasta las lágrimas, todos se organizaron detrás de un cartel con la frase “El amor vence al odio” junto con organizaciones políticas como Nuestra América y gremios. 

Ricardo Vallarino, presidente de 100% Diversidad y Derechos expresó: “La fuerza del orgullo está intacta. La sociedad argentina volvió a acompañarnos con cientos de miles de expresiones de apoyo y afecto, reafirmando que el amor y la igualdad siempre vencen al odio, aun cuando es propagado desde la cima del poder del Estado”. Y en el mismo sentido, Maximiliano Lois, presidente de la Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina (SIGLA), sostuvo que “hoy volvimos a demostrar que la diversidad nos enriquece como sociedad. El Orgullo también es una invitación a reflexionar, a aprender y a reconocer que la dignidad y el respeto son la base de toda convivencia humana. En tiempos de discursos de odio, marchar juntas y juntos es una manera de recordarnos el impacto que nuestras palabras y acciones pueden tener en la vida de los demás”.

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