“Pedimos un salario digno para seguir cuidando”: Médicos residentes del Hospital Garrahan alzan su voz
Con jornadas que superan las 60 horas semanales y sueldos por debajo de la línea de pobreza, los médicos residentes del Garrahan advierten sobre el deterioro del sistema de salud pública y piden el apoyo de toda la sociedad para garantizar condiciones dignas y una atención pediátrica de calidad.
Con un mensaje dirigido a toda la sociedad argentina, los médicos y médicas residentes de Pediatría del Hospital Garrahan expresaron su preocupación ante el crítico escenario que atraviesan tanto ellos como el sistema de salud pública en general. La carta, redactada con firmeza pero también con tristeza, busca visibilizar la situación de precariedad laboral que afecta directamente la calidad de atención que brindan a diario a miles de niños, niñas y adolescentes.
El Garrahan, referente nacional e internacional en salud infantil, es también el lugar donde estos jóvenes profesionales llevan adelante jornadas laborales que superan las 60 horas semanales, incluyendo hasta seis guardias de 24 horas por mes. En este contexto, aseguran que enfrentan condiciones físicas y emocionales extremas, con un compromiso inquebrantable hacia sus pacientes.
“Vivimos situaciones límite, jornadas extenuantes, noches sin dormir. Pero lo más difícil es acompañar a las familias cuando llega el momento de dar las peores noticias. Lo hacemos con profesionalismo y humanidad, aunque muchas veces el costo sea nuestro propio bienestar”, señalan en el comunicado.
Salarios por debajo de la línea de pobreza
Uno de los puntos más urgentes que denuncian es el deterioro de sus ingresos. Actualmente, un residente de primer año en el Hospital Garrahan cobra $797.061 mensuales, lo que equivale a menos de $3.000 por hora trabajada. Esta cifra está por debajo de la línea de pobreza, según los datos del INDEC de marzo de 2025, que estiman que una familia tipo necesita $1.100.267 para no ser considerada pobre.
“En el último año, perdimos el 53% de nuestro poder adquisitivo, una caída más del doble respecto al promedio del sector público. Esta desvalorización pone en riesgo el sistema de formación médica en el país”, advierten.
Además de lo económico, los residentes remarcan que el salario actual no refleja ni el nivel de exigencia de su tarea, ni la relevancia de su rol en el sistema sanitario. Advierten que sin una revalorización concreta de la residencia como etapa formativa, peligra la continuidad de la capacitación de especialistas y, con ello, el futuro de la atención pediátrica de calidad.
“No nos formamos para marchar, nos formamos para cuidar”
En la parte más emotiva del mensaje, los médicos residentes reconocen que no se sienten cómodos protestando en las calles. Pero aseguran que esta lucha es inevitable si quieren continuar ejerciendo con dignidad su vocación.
“No pedimos lujos ni privilegios. Solo queremos condiciones dignas para trabajar, estudiar y cuidar como corresponde. Sabemos que el país atraviesa una crisis, pero la salud pública no puede ser una víctima más”, expresan.
Un llamado a toda la sociedad
Los residentes concluyen su mensaje con un pedido de acompañamiento a la ciudadanía. “Luchamos por un sistema de salud digno, justo y accesible para todos. La salud pública no se negocia, y nuestros pacientes no pueden esperar”, subrayan.
Con este llamado, los jóvenes médicos buscan no solo mejorar su situación personal, sino defender un modelo de salud pública inclusiva y de calidad, que sigue siendo una bandera fundamental del sistema sanitario argentino.