PAÍS

Pequeños productores sin acceso al crédito subsidiado

Chacareros del sur santafesino reclamaron al Banco Central que exima a los más chicos de la restricción del crédito subsidiado al 24% anual a quienes tengan 5% de producción almacenada.

Dos entidades del campo de la zona Rosario-Villa Constitución, que abarca aproximadamente 15 departamentos del sur santafesino, le reclamaron al Banco Central que tome en cuenta, cuando plantean las restricciones de acceso a los créditos a tasa subsidiada para las explotaciones agrícolas, la situación de “los pequeños y medianos productores en general y, principalmente, a quienes se encuentran en emergencia debido a una mala cosecha por sequía”. Concretamente, demandan que se los excluya de los límites de la Comunicación A 7018 del BCRA, del 14 de mayo pasado, que inhibe de recibir los créditos al 24% anual “a quienes mantengan un acopio de su producción de trigo y/o soja por un valor superior al cinco por ciento de su capacidad de cosecha anual”.

“Un pequeño productor, que no tiene más de 20 hectáreas propias, posiblemente heredadas de la familia, que arrienda otras 150 a 200 hectáreas vecinas para tener una explotación económicamente rentable, no tiene ninguna posibilidad de estar especulando con el grano esperando una devaluación, como lo puede hacer un gran productor que siembra en grandes extensiones; no es lo mismo el 5% de la producción de Grobocopatel o Adecoagro, que el 5% del productor de un pueblo como el nuestro. A nosotros esta disposición del Banco Central nos arruina después de una temporada de sequía como la que tuvimos”, denunció Cristian “Tato” Roca, pequeño productor del sur de Santa Fe, afiliado a Federación Agraria.

La Comunicación A 7018 del BCRA dispone que “las entidades financieras no podrán otorgar las financiaciones previstas (créditos subsidiados al 24% anual para capital de trabajo) a personas humanas o jurídicas con actividad agrícola que mantengan un acopio de su producción de trigo y/o soja por un valor superior al 5% de su capacidad de cosecha anual”. La Federación Agraria regional y la Asociación de Productores del Sur de Santa Fe le solicitaron a Miguel Pesce, titular del BCRA, que se excluya a los pequeños y medianos productores de esa zona de las restricciones señaladas, en virtud del estado de emergencia en que se encuentran “debido a una mala cosecha por sequía”.

La nota que enviaron ambas entidades a Pesce señala: “Reconocemos que hay actores que a medida que se agranda la brecha cambiaria, especulan con retención de granos, esperando un mejor tipo de cambio. Son los mismos sujetos que utilizan créditos subsidiados, para contar con liquidez de efectivo y apostar a una especulación financiera que en nada ayuda al momento que vive el país. Pero podemos asegurar que esos actores no somos los chacareros o arrendatarios pequeños y medianos, que necesitamos de una financiación adecuada para encarar la siembra de cultivos invernales”.

Roca amplió la explicación ante la consulta de Página 12. “El pequeño productor levanta la cosecha y lo que hace inmediatamente es llevarla al acopio, para venderla lo más rápido posible y tener efectivo para la siembra de invierno”, dijo. “Pero en ese volumen que va a la acopiadora, está el alquiler del campo, que se cobra como volumen fijo de producción. Y es el dueño del campo, el rentista, el que decide cuándo venderla. Mientras tanto, está en la cooperativa a nombre del productor, no del rentista”, agregó.

“Un productor que consigue 30 quintales por hectárea con la soja de primera (cosecha) sobre campos alquilados, debe destinar una parte a pagar el alquiler. Si en la soja de segunda logra otros 10 o 15 quintales, por ahí con ésta le alcanza para pagar el alquiler. Pero este año vino muy malo por la sequía, y los rendimientos no pasaron de los 15 quintales en la primera y 5 quintales en la segunda en esta zona, que en su mayoría somos pequeños chacareros”, precisó. 

RIO GRANDE

Muchos productores de esta zona de Santa Fe, después de vender la soja propia y pagar las cuentas de la cosecha levantada –insumos, contratistas, etc–, se encontraron sin resto para la nueva siembra. “Cuando fueron al banco se encontraron con la sorpresa: no te pueden dar crédito por la Comunicación A 7018, porque en el acopio tenés el grano depositado a tu nombre”, que es, ni más ni menos, el destinado a pagar el alquiler.

“Lo lógico hubiera sido establecer una segmentación. No es lo mismo el productor dueño de grandes extensiones, que el pequeño que debe alquilar. El que es rentista, aunque no produzca, hoy puede sacar el crédito, tener liquidez, y especula con el grano almacenado que no está a su nombre. Y el pequeño productor no puede pasar ni por la vereda del banco, está desesperado por conseguir efectivo para poder sembrar y recuperarse de la mala cosecha que tuvo, y no lo dejan. El campo no es todo uno solo, otra vez vamos a pagar el precio de que no se vea esto, los más chicos”, se lamentó Roca.

(Pagina 12)

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