Putin autorizó una semana, no laborable en Rusia ante, el fuerte avance del coronavirus.
Tras conocerse la cantidad de muertes y contagios de las últimas 24 horas, el presidente ruso expresó su apoyo a la propuesta de su gabinete de suspender las actividades entre el 30 de octubre y el 7 de noviembre.
El presidente ruso, Vladimir Putin, apoyó este miércoles una propuesta de su gabinete para implementar una semana no laborable en todo el territorio nacional, con el objetivo de neutralizar un repunte de la pandemia de coronavirus iniciado en septiembre que encadenó varios récords de muertes y casos en las últimas semanas.
“Por supuesto, apoyo la propuesta de tener una semana no laborable del 30 de octubre al 7 de noviembre”, dijo Putin al término de una reunión del Gobierno dedicada al coronavirus.
El mandatario llamó a los rusos, muy reacios ante la vacunación, a “ser responsables” y sumarse a la campaña de inmunización. Este martes, la viceprimera ministra rusa encargada de Salud, Tatiana Golikova, había recomendado que se declarara feriado la citada semana en lugar de confinar a la población, con el fin de no socavar la frágil reactivación económica.
El apoyo del mandatario a la propuesta llegó luego de que Rusia sumara un nuevo récord de muertes vinculadas al coronavirus en las últimas 24 horas. El organismo ruso de lucha contra la pandemia dijo que en la última jornada fueron reportadas 1.028 muertes a causa de la Covid-19, un récord, mientras los contagios llegaron a 34.073, informó la agencia de noticias AFP.
Tras registrar el país otra cifra récord de 1.015 muertos, el alcalde de Moscú anunció el martes una serie de restricciones en la capital debido a la incontrolable suba de casos. En los últimos días, el país encadenó varios récords de contagios y decesos diarios debidos a la Covid-19, en un contexto de aceleración epidémica favorecida por una campaña de vacunación lenta y pocas restricciones sanitarias.
Rusia es el país de Europa más golpeado por la pandemia, con casi 230.000 muertos, según el balance gubernamental.
Sin embargo, estas cifras estarían subestimadas, según la agencia nacional de estadísticas Rosstat, que a finales de agosto afirmó que más de 400.000 personas habrían muerto a causa del coronavirus en el país. Menos de un tercio de los cerca de 144 millones de rusos están completamente vacunados, según el portal especializado Gogov, que establece un abalance diario.
La mayoría de la población se muestra escéptica ante las vacunas producidas en Rusia. Ante estas reticencias, algunas regiones rusas reinstauraron la obligación de presentar un pasaporte sanitario para acceder a los lugares públicos.
En Moscú, las autoridades ordenaron el martes la vacunación obligatoria del 80% de los empleados de los servicios públicos, contra el 60% actual, para el 1 de enero de 2022, el confinamiento de los mayores de 60 años no vacunados del 25 de octubre al 25 de febrero y que “al menos del 30%” de la plantilla de las empresas esté en teletrabajo.