“Silenciar al que incomoda”; El intendente de Tolhuin denunciado por violencia contra un Periodista
El periodista Leonardo Di Benedetto denunció al intendente de Tolhuin por agresión física y censura durante un acto oficial. Lo que debía ser una jornada de celebración institucional terminó revelando un profundo desprecio por la libertad de prensa.
En Tolhuin, donde el diálogo democrático debería ser un pilar de la gestión, el intendente Daniel Harrington eligió el camino contrario; el del silencio impuesto a la fuerza.
Durante el acto central por el aniversario de la provincialización de Tierra del Fuego, el pasado 1 de junio, el periodista Leonardo Di Benedetto, director del portal Pueblo Chico, denuncio que fue agredido físicamente y censurado por el propio jefe comunal tras intentar realizar preguntas incómodas sobre la gestión municipal.
Lejos de cualquier práctica democrática, Harrington no solo se negó a responder consultas vinculadas a la quita de terrenos adjudicados y a tensiones internas del PJ, sino que, según el relato del periodista, reaccionó violentamente; le arrebató el celular, lo apagó y borró más de dos horas de material periodístico.
“Cuando insistimos con las preguntas, se molestó, nos apagó el teléfono y borró todo lo que habíamos grabado. Hubo empujones, insultos y agresiones físicas. Fue el intendente y también parte de su equipo”, denunció Di Benedetto, visiblemente conmocionado, en una entrevista radial en la ciudad de Ushuaia (FM Monumental) .
La escena no fue privada. Se desarrolló a plena luz del día, en un evento público y masivo, con testigos presenciales, entre ellos la periodista Patricia Granado. “Lo empujaron, lo rodearon, lo gritaron. Todo por hacer preguntas que molestan al poder. Esta no fue la primera vez que nos bloquean el acceso a la información pública desde el Municipio”, expresó Granado.
La denuncia ya fue formalizada ante la Justicia provincial y puesta en conocimiento del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), organismo que ha alertado en repetidas ocasiones sobre la creciente hostilidad hacia la prensa en contextos locales.
Lo más preocupante no es solo la agresión en sí, sino lo que expone en términos estructurales: un poder político que no tolera ser cuestionado, que prefiere amedrentar antes que responder, y que construye un cerco informativo que daña directamente a la ciudadanía. ¿Qué democracia es posible si los periodistas son atacados por hacer su trabajo?.
El periodista denunciante también afirmó que fue seguido por vehículos en actitud intimidatoria tras el incidente y que habitantes de Tolhuin se comunicaron en privado para contar situaciones similares de abuso de poder, amenazas y desinformación institucional.
“Hoy me tocó a mí, pero mañana puede ser cualquiera”, expresó Di Benedetto. “No podemos naturalizar la violencia como respuesta a una pregunta. Si el poder se siente con derecho a silenciar, la comunidad entera pierde su derecho a saber”.
A pesar de los esfuerzos de Correo Diario de buscar del intendente involucrado para que de su versión, hasta el momento, el intendente Daniel Harrington guarda silencio. Su silencio, paradójicamente, confirma el mensaje autoritario que dejó aquel 1 de junio: no hay espacio para el disenso cuando se gobierna sin tolerancia.
Pero hay periodistas que siguen. Que no callan. Que preguntan y que entienden que defender la libertad de prensa es también defender el derecho de la sociedad a conocer la verdad.