Detectan impacto ambiental localizado por efluentes cloacales en el Canal Beagle
El Fiscal Mayor interino Fernando Ballester Bidau participó de un operativo de monitoreo en el marco de una causa judicial. El informe técnico confirmó afectación biótica en zonas cercanas al Aeropuerto y al Arroyo Grande.
En el marco de la causa judicial por la contaminación de las aguas del Canal Beagle, el Fiscal Mayor interino de Ushuaia, Fernando Ballester Bidau, supervisó las tareas de monitoreo ambiental ejecutadas por la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS), con el apoyo de la Prefectura Naval, el CADIC y la Universidad Nacional de Tierra del Fuego.
La actividad se enmarca en el Plan de Remediación Ambiental Ushuaia (PRAU), en cumplimiento de la sentencia judicial del año 2014 que ordenó al Gobierno provincial y al Municipio de Ushuaia ejecutar obras de saneamiento cloacal y reparación ambiental, tras confirmarse un grave impacto ecológico en la Bahía de Ushuaia y zonas aledañas.
Monitoreo técnico y zonas afectadas
Las muestras fueron tomadas en áreas clave como la zona del dispersor marino cercana al Aeropuerto, Isla Dos Lomos, la desembocadura del Arroyo Grande (al este de la ciudad), así como en zonas no impactadas como Bahía Ensenada, Playa Larga y Estancia Túnel, para establecer comparaciones.
“El monitoreo buscó consolidar una línea de base ambiental mediante el análisis de la química del agua y la biodiversidad marina en sectores afectados y no afectados”, explicó Ballester Bidau.

El operativo fue realizado por un equipo técnico conformado por ingenieras, especialistas en química, peritos y fotógrafos ambientales, cuyos informes forman parte del expediente judicial “Participación Ciudadana c/ Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego y DPOSS s/ Protección de Intereses Difusos” (Expte. N° 15.447/15).
Resultados del informe: contaminación localizada
Según el Informe Final de la DPOSS (mayo 2024), presentado ante el Juzgado Civil y Comercial N°1, se verificó que la comunidad biológica del intermareal rocoso en zonas impactadas presenta diferencias marcadas respecto a las áreas no impactadas.
“El impacto producido por los efluentes cloacales es de carácter mayormente localizado, con una zona de influencia directa que se limita a pocos kilómetros”, detalla el informe. No obstante, se registraron condiciones de buena salud biótica en los extremos del diseño muestral, lo que sugiere una dispersión controlada gracias a las corrientes marinas.
Sin embargo, el informe advierte que el crecimiento poblacional y la expansión del turismo en Ushuaia podrían agravar la situación a futuro si no se ejecutan obras estructurales sostenidas y se amplía la capacidad de tratamiento de líquidos cloacales.
Un conflicto histórico en vías de resolución
Ballester Bidau remarcó que uno de los puntos críticos es la puesta en marcha de una planta de tratamiento en la zona del Arroyo Grande, donde aún se vierten efluentes sin tratamiento desde el sector Este de la ciudad. Esa obra, largamente postergada, es central en el cumplimiento del fallo judicial.
Mientras tanto, la Municipalidad también fue condenada a remediar el lecho costero y submarino de las Bahías Encerrada y Golondrina, áreas históricamente afectadas por vertidos sin control.
El PRAU incluye obras cloacales integrales cuyo objetivo es el saneamiento ambiental del Canal Beagle y la Bahía de Ushuaia, frenando el deterioro progresivo de los ecosistemas costeros que forman parte del patrimonio natural fueguino.