Se trasladó a una cárcel de máxima seguridad al líder de la banda criminal más poderosa de Ecuador José Adolfo “Fito” Macías
Cabe destacar que el candidato presidencial Fernando Villavicencio, acusó a Macías de amenazas antes de ser asesinado a tiros la semana pasada en Quito en un crimen que sacudió la recta final de la campaña.
Con un gran operativo militar y policial, Ecuador trasladó a una cárcel de máxima seguridad al líder de la banda criminal más poderosa del país, a quien el candidato presidencial Fernando Villavicencio acusó de amenazas antes de ser asesinado a tiros la semana pasada en Quito en un crimen que sacudió la recta final de la campaña.
Unos 4.000 agentes entraron armados y en vehículos blindados en el pasado sábado a una penitenciaría de Guayaquil, en el suroeste de Ecuador, en la que estaba José Adolfo “Fito” Macías, jefe de “Los Choneros” y recluido allí desde 2011, donde cumple una condena de 34 años de cárcel por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
Luego de varias horas de operativo, el presidente ecuatoriano saliente, Guillermo Lasso informó por Twitter que “Fito” fue traslado a La Roca, a las afueras de Guayaquil, una cárcel de máxima seguridad para 150 personas que es parte de un gran complejo penitenciario en el que también está la prisión que le alojaba previamente.
Macías, que hace años escapó de La Roca, controlaba al menos un pabellón de celdas del reclusorio del que fue trasladado, según las autoridades penitenciarias.
La denuncia previa al asesinato
Las prisiones se convirtieron en el centro de operaciones del narcotráfico en Ecuador. Desde 2021 han muerto más de 430 reclusos en medio de disputas entre bandas rivales.
El nombre de “Fito” se volvió mediático en Ecuador desde el miércoles pasado, día del asesinato a tiros, tras un acto en Quito, de Villavicencio, un centrista que iba segundo en la intención de voto, según encuesta, de cara a las elecciones anticipadas del 20 de agosto.
El político, de 59 años, había denunciado una semana antes haber sido amenazado de muerte por parte de Macías.
Según Villavicencio, una de las advertencias le llegó a través de un aliado político en la provincia costera de Manabí, donde se ubica la localidad de Chone, en la que nació la banda de Macías.
Un “emisario de alias Fito” lo contactó, explicó Villavicencio. Fue “para decirle que si yo sigo (…), mencionando a Los Choneros, me van a quebrar (asesinar)”, señaló al programa Vis a Vis.
Antiguo periodista y diputado, Villavicencio se convirtió en una molestia para las pandillas y los narcos por sus investigaciones, así como para políticos con sus denuncias sobre corrupción, que llevaron al exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), quien vive en Bélgica desde que dejó el poder, a ser condenado en ausencia a ocho años de prisión.
Las autoridades aún no esclarecieron quién pagó a los sicarios que le dispararon. Por el caso hay seis colombianos detenidos, mientras un séptimo murió en un cruce de disparos con custodios del candidato.
Tras el crimen, Ecuador decretó el jueves el estado de excepción por 60 días, que permite la movilización de militares a las calles, y anunció la colaboración del FBI en la investigación del hecho. La policía de Colombia también apoya las indagaciones.
El presidente Lasso también declaró tres días de luto nacional y acusó al “crimen organizado” de haber ejecutado al candidato.
La despedida del funcionario
Villavicencio fue sepultado el viernes en Quito, tras ser homenajeado por varios cientos de simpatizantes que reclamaron justicia.
El cuerpo de Villavicencio fue inhumado en el cementerio Monteolivo del norte de la capital ese día por la noche, en un acto privado al que asistieron pocas personas.
Previamente, el féretro había sido trasladado hasta el auditorio de un centro de exposiciones.
En el lugar de los honores, sus seguidores ondearon pequeñas banderas de Ecuador.
En las paredes colgaban enormes pancartas con el rostro del político asesinado el miércoles cuando salía de un mitin en Quito.
“Mi poder en la Constitución”, decía una simbólica banda presidencial colocada sobre el féretro cubierto por la bandera nacional.
Policías con fusiles cargaron el ataúd, que avanzó en medio de un fuerte esquema de seguridad.
El asesinato de Villavicencio sucedió diez días antes de celebrarse las elecciones generales que Lasso adelantó tras disolver en mayo la Asamblea Nacional (Parlamento), en medio de un juicio en su contra por corrupción impulsado por la oposición, que controla la cámara.
El pasado sábado, el partido Construye que lo auspiciaba informó que su candidata a vicepresidenta, Andrea González, una líder ambientalista de 36 años, lo reemplazará en los comicios del 20 de agosto.
El poderío del narcotráfico marca la campaña presidencial.
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