El papa Francisco encabezó la Misa de Nochebuena, un clásico de cada 24 de diciembre en la noche europea
El Papa Francisco en la Misa de Nochebuena dijo que la esperanza "es una llamada a no ser retenidos por viejos hábitos". El sumo pontífice dejó un claro mensaje en una de las ceremonias más importantes del año, que tuvo la presencia de miles de fieles.
En su lectura, el sumo pontífice indicó que la historia del nacimiento de Jesús debe ser un foco de esperanza para todas las personas que buscan tener un impacto en el mundo.
Se trata de la Navidad número 12 que celebra el papa en su cargo, que tuvo una multitudinaria ceremonia en la Basílica de San Pedro. Miles de fieles se acercaron para presenciar el inicio del Año Santo Católico 2025 o más conocido como Jubileo, que, según las previsiones del Vaticano, atraerá a unos 32 millones de turistas durante el próximo año.
El mensaje del Papa Francisco en la Misa de Nochebuena
La esperanza “es una llamada a no demorarnos, a no ser retenidos por nuestros viejos hábitos, o a regodearnos en la mediocridad o la pereza”, reflexionó en su discurso el argentino. Y recordó que “la esperanza nos llama a disgustarnos con las cosas que están mal y a encontrar el valor para cambiarlas“.
El Jubileo se considera un tiempo de paz, perdón e indulgencia. Normalmente se celebran cada 25 años. Los peregrinos que acuden a Roma durante el año pueden obtener indulgencias especiales, o la remisión de sus pecados. Este Jubileo durará hasta el 6 de enero de 2026.
Al comienzo de la ceremonia del martes, Francisco supervisó la apertura de una “Puerta Santa” especial con paneles de bronce en San Pedro, que sólo se abre durante los años jubilares. El Vaticano espera que hasta 100.000 peregrinos atraviesen la puerta cada día del próximo año.
En su homilía, el papa deseó que este sea un Jubileo de esperanza “para nuestra madre tierra, desfigurada por la lógica del beneficio; que llegue a serlo para los países más pobres, abrumados por deudas injustas; que llegue a serlo para todos aquellos que son prisioneros de viejas y nuevas esclavitudes”.
Además, remarcó su pedido a los países desarrollados para que aprovechen el Jubileo para reducir la carga de la deuda de las naciones de renta baja.
Un llamamiento a la cancelación directa de la deuda realizado por el difunto papa Juan Pablo II durante el año del Jubileo en 2000 desencadenó una campaña que se tradujo en la cancelación de 130.000 millones de dólares de deuda entre 2000 y 2015.
Francisco, que cumplió 88 años este mes, ha estado padeciendo lo que el Vaticano ha descrito como un resfriado. El martes por la noche parecía estar en buena forma, aunque su voz era un poco áspera. Este miércoles, 25 de diciembre, pronunciará su mensaje y bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) del Día de Navidad.